La punción seca (PS) consiste en la introducción en el cuerpo de diferentes tipos de agujas a través de la piel, sin inyectar ni extraer sustancia o fluido alguno, es decir, usando tan solo el estímulo mecánico de esta inserción y los efectos que este estímulo provoque en el sujeto, con el objetivo de tratar diferentes patologías. Se engloba dentro de la denominada “Fisioterapia Invasiva”.
Clasificación de la punción seca
Existen varias modalidades de PS, que podrían clasificarse de diversos modos atendiendo a criterios como el tipo de estimulación usada, la profundidad a la que se inserta la aguja, el modelo conceptual, etc. El criterio más utilizado es la profundidad, según la cual se distinguen dos categorías:
- Punción seca superficial: la aguja no llega al punto gatillo miofascial (PGM), sino que se queda en los tejidos que lo cubren.
- Punción seca profunda: la aguja atraviesa el PGM.
Indicaciones de la punción seca
La punción seca se utiliza cuando aparece un PGM que genera dolor, falta de fuerza u otras molestias. Un PGM se define como “zona hiperirritable localizada en una banda tensa de un músculo esquelético que genera dolor con la compresión, distensión, sobrecarga o contracción del tejido, que generalmente responde con un dolor referido”. Es importante realizar un diagnóstico correcto mediante la palpación y la sintomatología que refiera el paciente.
Algunas de las patologías que se pueden beneficiar de la punción seca son la epicondilalgia (codo de tenista), cervicalgias, lumbalgias, síndrome del piramidal (falsa ciática)… es decir, dolores cuya causa radique en la presencia de puntos gatillo miofasciales. Además, también se utiliza en el tratamiento de la espasticidad y de las tendinopatías.
¿Cómo se realiza la punción seca?
Para la punción seca se emplea una aguja de poco grosor y de una longitud adecuada para la zona a tratar. Se introduce poco a poco hasta alcanzar la estructura que queremos tratar, siempre vigilando las reacciones del paciente. En el caso de la PS profunda, una vez alcanzado el PGM, se realizan pequeños movimientos de entrada/salida rápidos con la intención de provocar reacciones de espasmo local. En estudios pasados se recomendaba provocar espasmos hasta que se agotasen o hasta llegar al umbral de tolerancia del paciente. Actualmente, se ha observado que no es necesario, con una sola reacción de espasmo local ya se obtiene mejoría del dolor.
Tras la realización de la punción seca es aconsejable realizar tratamiento enfocado a disminuir el dolor postpunción. Además, se le pauta al paciente ejercicios para casa con el objetivo de estirar la zona y dar el estímulo de contracción correcto.
Contradicciones de la punción seca
- Belenofobia: miedo a las agujas
- Problemas de la coagulación
- Zonas con heridas o cicatrices, tatuajes, manchas, lesiones…
- Alergia a los metales: aunque existen agujas de diversos materiales.
- En mujeres embarazadas (en zonas próximas a las regiones pélvica y abdominal)
En Fisioterapia Guadalajara contamos con un equipo de profesionales titulados y con muchos años de experiencia.