¿Qué es el trastorno temporomandibular?
El Trastorno Temporo-Mandibular (TTM) pertenece a un subgrupo de problemas de dolor orofacial. Se define como “Conjunto de condiciones (dolorosas o disfuncionales) que afectan a la musculatura masticatoria y/o a las articulaciones temporomandibulares.
Entre el 40 y el 75% de la población presenta algún signo relacionado con el TTM, sobre todo en la población femenina.
Síntomas del trastorno temporomandibular
El síntoma más común es el dolor facial. Se suele localizar en la articulación, mandíbula y músculos masticatorios, aunque puede irradiarse al oído, la región del ojo y al cuello.
Los pacientes que padecen este tipo de dolor lo describen como un dolor sordo y constante, que empeora en determinados momentos del día.
El inicio del problema puede ser agudo y de duración limitada. También pueden aparecer ataques de dolor más severo que se producen con los movimientos de la mandíbula. Sin embargo, se puede desarrollar también un cuadro de dolor crónico.
El paciente también refiere:
- Movimientos mandibulares limitados o dolorosos al hablar, masticar o morder.
- Sensación de bloqueo al abrir la boca o al cerrar
- Los síntomas empeoran por la mañana, sobre todo en pacientes que padecen bruxismo (patología que ya tratamos en un post anterior)
- La mandíbula está desviada hacia el lado afectado cuando abre la boca, y lo asocia a chasquido articular.
Factores que contribuyen al trastorno temporomandibular
En la actualidad no se ha encontrado ningún factor que cause el TTM. Se piensa que su origen es multifactorial. Entre estos factores encontramos:
- Hiperlaxitud
- Mordida abierta, cruzada
- Parafunciones: bruxismo, malposición de la lengua, sonrisa gingival…
- Género: por factores hormonales, las mujeres tienen más riesgo de padecer TTM
- Traumatismo: latigazo cervical, intubación endotraqueal, accidente masticatorio…
- Estrés, personalidad catastrofista, depresión…
Tratamiento del trastorno temporomandibular
En el cuadro de dolor agudo, se recomienda frío y reposo mandibular para pasar la fase inflamatoria.
Una vez ha pasado el período inflamatorio es conveniente acudir a tu fisioterapeuta para tratar tanto las disfunciones musculares como articulares, así como la mecanosensibilidad generada por el tejido nervioso. Además, también se recomienda un tratamiento conductual para garantizar un mantenimiento de la mejoría del tratamiento realizado.
Para ello, en Fisiofine contamos con fisioterapeutas en Guadalajara especializados que emplearán distintas técnicas de tratamiento manual, así como la última tecnología Indiba Activ® para una recuperación óptima.